lunes, 18 de marzo de 2013


1.2
EL PRINCIPIO DEL FIN


-Ey Chuck, ¿Qué tal? –Dijo Nacho a través del tuenti a su amigo para empezar a entablar la conversación.
               -Tío, cuantas veces he de decirte que Chuck Norris fue campeón de karate, no de kung fu –contestó su amigo casi al instante. Él y Nacho eran amigos desde muy pequeños, casi desde que no tenían un uso de la razón perfecto. Su amistad se forjo aun más, cuando años atrás, los dos empezaron a practicar diferentes artes marciales: el judo y el kung-fu. Desde ese momento, surgió entre los dos una fuerte amistad basada en picarse el uno al otro defendiendo que su arte marcial era mejor. Con el paso de los años se volvieron íntimos y salió la fama de considerarlos hermanos de otra madre, uña y carne, almas gemelas. Si uno de los dos un día faltaba, la clase le preguntaba: <<Oye Baquetas, ¿Dónde está Ángel?>> y viceversa. Aunque también <<No se, pregúntale a Ángel y Nacho>> y esto llevo a errores como <<¿Baquetas y Ángel son gays?>>. No, no lo eran, pero bastante gente los admiraba por haber conseguido crear una tan fuerte amistad y nunca haberse peleado.- Por cierto Baquetas, ¿Qué tal va la canción?
               -Bueno, va yendo. Estoy atrapado en una parte que no me gusta el resultado. Pero tranqui, que en poco la tengo acabada.
               -Muy bien Baquetas –contestó Ángel acompañado de un emoticono amarillo guiñando un ojo al final de la frase. La frase fue enviada y Ángel la releyó. Baquetas; ¿Cuánto tiempo llevaban llamando a Nacho por aquel mote? Recordó que surgió un día a manos de Guillermo e Isma, el cantante y el bajista del grupo que juntos los cuatro tenían formado. Fue un día que estaban ensayando, hace casi tres años en casa de Guillermo. Sí, desde ese momento en que surgió por primera vez el nombre de “Baquetas” entre risas y bromas, la mayoría de la gente lo llama así y es que a Nacho, no le importa, respondía a cualquiera de los nombres.- Sigue así y llegarás lejos
Nacho sonrió al leerlo. Ojalá fuese así, le encantaba escuchar música pero aun le gustaba mucho más tocarla y componerla. Su sueño, por difícil que fuese y por muchas veces que su padre se lo hubiese intentado quitar de la cabeza, era llegar lejos con su grupo. Sí, él lo tenía muy claro, Iron Dreams saldría adelante. Ya era hora de que la esencia de los 80 volviese y tenía aun más claro que con su grupo lo conseguirían.
-Por cierto, la parte del solo ya la habrás ensayado ¿No? –preguntó Nacho tras poner otra canción, pues la de Iron Maiden ya había terminado. Ahora, la que sonaba era Princess of the dawn, de Accept.
-Esta vez me has puesta uno complicado, Baquetas. Pero ya sabes que no hay un solo que se resista ni a mi púa ni a mi guitarra –Ángel también sonrió al engrandecerse tanto, aunque la verdad es que mucho no exageraba. Llevaba desde los 9 años tocando la guitarra eléctrica y se sentía muy seguro con ella. El instrumento, era su quinto mejor amigo, inseparable hasta la muerte.- ¡Tío!, lo he conseguido, por fin me sale entero el puñetero solo de esta canción: http://www.youtube.com/watch?v=nM__lPTWThU. Me costó un huevo, pero ahora ya me siento genial conmigo mismo –Nacho intrigado por saber que solo sería el que su amigo consiguió aprender a tocar a la perfección, clickeó en el link y este le llevó a un vídeo de youtube: Painkiller de Judas Priest. De nuevo el chico sonrió, ese tema también era uno de sus favoritos. En realidad, casi todos los temas del movimiento heavy de la década de los 70 y 80, les gustaba a los cuatro amigos que formaban la banda. Siempre maldecían no haber podido nacer en los 70 en Reino Unido, cuando aun estaba empezando grupos como Judas Priest o Black Sabbath.
-Así me gusta chaval, tú también llegaras lejos, eso sí, solo conmigo. No nos vendas.
-¿Venderos dices? No digas tonterías, por Slayer te juro que no os venderé -Nacho se quedó satisfecho al leer las palabras de su amigo. Si hacía una promesa como esa, era que lo decía en serio, pues Slayer, para Ángel, era algo sagrado, tan sagrado como la vida misma. Tenía dos tatuajes de ese grupo, uno en el hombro derecho y otro en el tobillo contrario. Su cara se veía endurecida debido a la multitud de golpes que recibía en su arte marcial y sus ojos reflejaban concentración y dureza, la cual Nacho nunca había llegado a ver a manos de su amigo. Además sus ojos muchas veces quedaban tapados por un largo mechón negro de su pelo, negro como el carbón y las alas de un cuervo. Por esta razón, su amigo Guillermo, le puso el mote de Crow, aunque este no tuviese ni el más mínimo éxito como lo tuvo el de Baquetas. Por lo demás, su cabello era más o menos de la longitud de su compañero. Los mechones de atrás eran suaves y sedosos, mientras que los de arriba los tenía en punta, simulando el cabello de personajes de manga. Para quien no le conociese, podía resultar un tanto serio y dormido, apagado. Pero Ángel era todo lo contrario a lo que la gente pensaba. Era alegre y despierto, honrado y seguramente el más fiel de los cuatro amigos. Al mismo tiempo era muy prudente y mientras sus tres amigos iban lanzados en situaciones adversas, él era el precavido y sabía como controlar una situación difícil.
Nacho ya no contestó al último mensaje de su amigo, era hora de contarle todo lo que había sucedido. Dudó unos instantes pero sus dedos empezaron a teclear el teclado.
-Escucha Ángel –Nacho envió el mensaje y dudó en como seguir, pero al final se decantó por continuar.- No se si lo sabes, pero Zoey y yo lo dejamos hace un par de semanas.
-Vaya tío, no lo sabía. No veas cuanto lo siento, en serio –Ángel tampoco sabía exactamente como continuar.- Supuse que lo habías dejado, estos días estabas bastante jodido. Lo intentabas disimular, pero a mi no me engañas tronco. Además, es normal que suspendamos como mucha una, pero tres, sobre todo en ti, es muy extraño. ¿Pero que pasó? ¿Por qué lo dejasteis? Parecía que estabais muy felices juntos.
-Y lo estábamos. Pero no se… –Nacho paró de escribir unos instantes, con la mirada fija en la pantalla tomó el vaso de leche y lo empezó a beber a sorbos, al tiempo que pinchaba las 45 fotos nuevas. Empezó a verlas, unas eran del concierto del viernes de hace tres semanas de Rust in peace, una banda de unos amigos suyos fans hasta la muerte de Megadeth. El batería de aquel grupo, Michi, iba en su clase. Les encantaba a los dos quedar de vez en cuando y picarse mutuamente para mejorar su técnica en su instrumento. La verdad es que estaban igualados respecto a técnica, unas veces ganaba uno y otras veces ganaba el otro. Pero aun así, Nacho reconocía que su amigo de greñas largas hasta casi el culo, era mejor que él. Habría que entrenar más para superarle.
-¿Estás? –pregunto Ángel intentando llamar la atención de su amigo. No quería parecer pesado, pero ahora quería averiguar que había ocurrido.
-Si, perdona –se disculpó Nacho, que dio un nuevo sorbo a su leche.- Como decía, las cosas se empezaron a complicar. No sé si lo sabes, pero su padre estaba un poco enfermo. Padecía una enfermedad totalmente inusual. Este último mes empezó a empeorar. Zoe ya no podía quedar conmigo ni con nadie. Por eso faltó unos días a clase. Y no sé que coño hizo mi padre por el medio, pero un día, hace, dos semanas, fue al hospital y habló con Zoe. Tras esto, ella llegó junto a mi y llorando me dijo que lo teníamos que dejar, que lo nuestro no iba a funcionar –Nacho volvió a dejar de escribir para continuar viendo las fotos y para despejar su mente. La siguiente tanda, era del concierto de Iron Dreams, hace una semana en Castrelos, un parque de Vigo que aquella noche se llenó de grandes apasionados del metal. Pero entonces, recordó que aquel concierto no le salió tan bien como solía ocurrir siempre, pues estaba distraído pensando en Zoe que aquel día no estaba entre la primera fila del público, como solía hacer. Aquellas meteduras de pata en el concierto, hicieron que la buena conexión entre Guillermo y él, empezase a fallar.
Nacho dejó de pensar en ello y dio un último sorbo a su vaso de leche y la posó sobre la mesa para continuar hablando con Ángel, al cual no le había terminado de contar todo.
-Le pregunté a mi padre qué le había dicho, que qué le había pasado. Él simplemente se limitó a responderme que estaría mucho mejor así, que de esta manera no sufriría y que algún día se lo agradecería. No acabo de entender nada.
-¿Estaría con otro?
-No lo se, he intentado volver a hablar con ella pero me evita. Me evita con lágrimas en los ojos. Algo le tuvo que decir mi padre, pero él no me lo dice. Y estoy harto, hasta los mismísimos testículos del Minotauro. No me quiere decir nada, ha jodido lo nuestro y no me quiere contar una mierda. Está haciendo mucho daño a mi madre… Mañana voy a hablar con él, tengo que averiguar porque esta haciendo todo esto.
-Pues tío, Nacho, lo siento de verdad. Parecíais muy felices.
-La verdad es que sí, pero por culpa de esto también he tenido una pelea con Guillermo. No sé muy bien que ha pasado, de toda la vida él tiene poca paciencia y tiene muchos humos y aire de chulería. Ensayando el anterior lunes, el día que tú no pudiste venir, tuvimos una discusión. Nos empezamos a cabrear, los dos. Isma intentó detener la estúpida discusión, pero entre mierda y mierda acabamos enfrentados de verdad. No sé si esto es así, pero quizás el futuro del grupo no sea del todo claro como continuemos cabreados. Ahora, no nos dirigimos la palabra…

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